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16/11/2017 - Escuchad a este hombre por favor...



  • A Jaime le abren un expediente disciplinario en la Consejería donde trabaja justo despúes (¿casualidad?) de denunciar irregularidades que él mismo identifica en su propio puesto de trabajo.
  • No pudieron echar para adelante esto, y Jaime ganó el juicio. Entonces las estrategias de sus superiores comenzaron a volverse cada vez más oscuras: probaron a denunciarle por acoso laboral, esgrimiendo que Jaime denunció las irregularidades como represalias por haberle ellos abierto el expediente disciplinario. Sin embargo el juez les vuelve a archivar la denuncia porque los hechos sucedieron justo al revés, luego no casaba lo que ellos decían.
  • El siguiente paso es intentar inhabilitar a Jaime porque "está loco", luego no puede trabajar donde está trabajando.
  • Tiene gracia pensar que este tipo de cerdadas, en el ámbito privado hubiese podido terminar con penas incluso de cárcel, pero en el ámbito público esto no sucede, gracias a como está montada la Ley.

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