- Todo este tiempo de cuarentena, se ha observado que los pacientes con obesidad tenían un pronóstico peor si se contagiaban de coronavirus. Y con obesidad no nos referimos a gente exageradamente obesa, sino que tener unos michelines podía ser también factor de riesgo.
- Antonio reconoce que la medicina tradicional es fantástica, especialmente a la hora de tratar patologías graves. Sin embargo considera que a la hora de tratar patologías leves, muchas veces tiende a "tapar" los síntomas, en lugar de buscar el origen del problema y su resolución.
- La sociedad nos ha enseñado que TODO se soluciona con pastillas, y si hablamos de obesidad, es difícil curarla a base de pastillas (sobre todo cuando no hay voluntad por parte del paciente).
- Y es curioso que se suele ver con malos ojos cuando algún nutricionista receta un suplemento de magnesio (nutriente cuya función es importante en el cuerpo humano), pero se acepta perfectamente cuando el médico de cabecera receta paracetamol (algo, digamos, ajeno al cuerpo humano).
- La dieta mediterránea es famosa en el mundo entero, pero la gente está muy equivocada con ella, ya que la base de nuestra dieta NO es la pasta, patatas o pan, sino la fruta, la verdura, las legumbres, el aceite de oliva...
- Es imprescindible comer comida de verdad, hecha por nosotros. Aprovechemos este tiempo muerto que nos ha brindado el coronavirus para mejorar nuestros hábitos alimenticios.
Resumen de los vídeos de Jesús Candel, para facilitar el seguimiento a los que anden escasos de tiempo
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